Casi en la frontera con la provincia de Murcia, encontramos un cauce seco con unas formaciones muy curiosas y que merecen la pena visitar. El río Seco nace un poco más arriba de la pedanía de Pinar de Campoverde y desemboca en la playa de Mil Palmeras, todo dentro del municipio de Pilar de la Horadada.
Mucha gente inicia esta ruta en la pedanía de Mil Palmeras y la hace río arriba, volviendo por el mismo sitio. Esto son unos 10 km de ida mas los 10 de vuelta. Sin embargo, lo más interesante de la ruta se encuentra a unos 7 km de la costa, dentro de la Ruta de Pinar de Campoverde, que es la que en realidad nosotros vamos a seguir.
Esta ruta es mucho más corta (unos 4 km), es circular (con lo que nos gustan a nosotros las rutas circulares) y es donde se ve lo más interesante de este río, ya que aguas abajo solo vamos a encontrar un camino de tierra y un cauce repleto de cañas. La podemos hacer con los más pequeños de la casa ya que no tiene dificultad alguna. Eso sí, como vayáis después de algunas lluvias, llegaréis llenos de barro hasta la cabeza.
Para comenzar la ruta nos dirigimos hacia la pedanía de Pinar de Campoverde, por la CV-925 y nos saldremos a la derecha hasta llegar al Polideportivo. Aquí dejaremos el coche bajo el restaurante, y ya veremos los carteles que nos indican la dirección de la ruta (Aunque en el mapa pone que podéis dejar el coche en el Área Natural, al ser circular, podéis hacerlo como queráis).
Primero de todo, seguimos la carretera hasta que llegamos a una bifurcación. Seguimos por la derecha, ya que vamos a hacer la ruta en sentido de las agujas del reloj, por lo que siempre giraremos a la derecha. Continuamos por esta pista asfaltada hasta llegar al Área Natural del Río Seco. Una especie de albergue con mesas de picnic. En este punto, volveremos a girar a la derecha por un sendero que nos lleva hasta el Parque del Río Seco. Una explanada con poca sombra, la verdad, y con un pequeño recorrido botánico.
Parque Río Seco
Seguiremos las señales que nos indican tanto un recorrido como otro, ya que en este punto se solapan.
Y por fin, llegamos al cauce del río Seco. A lo largo de la costa alicantina podemos encontrarnos numerosas ramblas con este mismo nombre, debido a que son cauces temporales, que solo llevan agua tras intensas lluvias. Aunque en este caso, siempre vamos a encontrar algo de agua gracias a las filtraciones de los cultivos cercanos.
Lo más curioso de esta rambla es que está formada sobre materiales sedimentarios como la arenisca fácilmente erosionables, por lo que parece que vamos andando por arena de playa.
Cauce del río Seco con arena
Pronto, el río se va encajonando y las paredes van ganando altura hasta que nos encontramos grandes paredes de arenisca con distintas capas erosionadas, ofreciéndonos unas vistas impresionantes. Aquí, las cañas se han adueñado del cauce (como en casi todas las ramblas de la Comunidad Valenciana).
A partir de este punto, el cauce se estrecha aún más, y el camino es mas estrecho. Seguiremos andando por las areniscas y en varios puntos se vuelve selvático, ya que aquí abajo la vegetación de ribera ha crecido bastante (Aquí los mosquitos tienen hasta DNI).
En algunos tramos, unos carteles nos indican la peligrosidad de transitar por estos espacios, debido a los desprendimientos (veremos algunos a los largo del recorrido). Y es que, es una rambla con bastante erosión y en continuo cambio, por lo que hay que llevar cuidado.
Zonas peligrosas
Tras esto, llegaremos a un hito curioso de la ruta, la figura del Pegaso. Se trata de una figura esculpida en la roca, en la década de los 50, por el escultor Ribera Girona, vecino de esta localidad. El Pegaso fue en la mitología griega el caballo de Zeus, el dios soberano del cielo y de la tierra. Al mismo tiempo que vuela, mueve las patas como si estuviera corriendo por el aire. Pegaso tiene el poder del conocimiento y de la libertad y es el símbolo de poetas y filósofos.
El Pegaso, en la ruta del Río Seco.
Justo en este punto, seguiremos el camino de la derecha, y dejaremos de seguir el cauce del río Seco, que nos llevaría hasta Mil Palmeras, para seguir otro barranco (La Majá de las Vacas). Pasaremos por debajo de un antiguo puente de hierro y cemento hasta llegar de nuevo a la carretera por donde vinimos con el coche.
Puente de hierro
Ahora solo queda seguir esta carretera hasta llegar a donde dejamos el coche. Si tenemos tiempo podemos visitar la Cueva Ahumá.
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Cómo llegar 

Esta entrada tiene 4 comentarios

  1. Hola. Esta ruta la hicimos hace dos años (mayo de 2019) y la pudimos hacer sin problema, pero andando. En bici la verdad es que no se si se podría hacer hoy en día porque depende mucho del crecimiento de la vegetación.

    Un saludo!

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